miércoles, 15 de abril de 2015

Eh, ¡miradme!

¿En serio? ¿De verdad estuviste en aquel sitio? Que raro, no recuerdo haber visto ninguna foto tuya allí...
¿Cómo? ¿Qué si me acuerdo? Espera que busco la foto...
Estas -y otras muchas- conversaciones se tienen a menudo con otras personas que entienden el concepto del selfie como algo necesario e innato en el ser de cada humano, sin embargo, este concepto crea la tendencia a la dependencia del móvil para demostrar dónde has estado o dónde no, con quién sí y con quién no, al fin de cuentas, quién eres (por las fotos que muestras en las que sales)

Con este concepto, autores han imitado grandes cuadros como el presente, cuya generación de artistas se echaría las manos a la cabeza al ver a su gran musa de las perlas con un Iphone haciéndose un selfie para, seguramente, confirmar que había estado en una galería de arte. ¿Realmente es necesario mostrar dónde hemos estado? ¿Realmente es bueno que mostremos al resto de la sociedad lo que hacemos en todo momento? ¿Realmente es, como muchos creen, guay que salgas en todas las fotos con la misma cara y señalando dónde estás?

2 comentarios:

  1. La verdad es que tristemente me siento identificada, ademas de que me gusta la fotografía que gusta tener recuerdos de todos los sitios a los que voy. Puede que esta aficción hoy en día este llegando a una exageración de la misma y ademas muchas veces ni siquiera disfrutamos de lo que estamos viendo.

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  2. Creo que tu entrada es muy interesante. Parece que hoy en día las palabras no bastan, no es suficiente decir "este verano he estado en..."; parece necesario tener que sacar el móvil para enseñar una foto que lo demuestre. Nuestra credibilidad depende entonces de un aparato! Ciertamente es muy triste.

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